Acabamos de regresar de otro viaje a Marruecos en kayak y como en otras ocasiones hemos disfrutado mucho y vemos como se va convirtiendo en un destino internacional para la práctica del kayak. El viaje lo organizaba UrNomade que es un referente en el territorio por la experiencia acumulada a lo largo de muchas temporadas organizando descensos y expediciones.



En esta ocasión hemos realizado varios descensos y un treking en al Atlas, pero en esta entrada me voy a centrar en el descenso del Melloul, cuyo primer descenso realizamos en 2010. Desde entonces no nos consta que se haya hecho de nuevo y es extraño por la calidad a nivel piragüistico y de entorno que presenta.

En esta ocasión habíamos comprobado en ríos cercanos que los niveles estaban muy altos debido a una gran nevada de finales de Marzo. Ello nos hizo retrasar un poco la entrada al Melloul aprovechando y descendiendo el Ahanessal desde la Catedral hasta el pantano, un descenso de unos 45 km super continuo y muy divertido, para mi gusto uno de los mejores clase IV que quedan sin represar. Viajar a Marruecos en kayak es una experiencia comparable a Nepal u otros destinos internacionales más conocidos.

Pero centrándonos de nuevo en el Melloul, a nuestra llegada a Imilchil comprobamos que el nivel era alto pero que se podía intentar. Nos tomamos un día extra para preparar adecuadamente el descenso y descansamos en este encantador pueblo del alto Atlas donde la vida transcurre a un ritmo al que no estamos habituados.

Al día siguiente fuimos en Land Rover a Oulgazi para comenzar en zona navegable el descenso, pues la vez anterior comenzamos más arriba y encontramos muchos juncos y árboles peligrosos. Oulgazi es un pueblo en el que sus habitantes parecen vivir en otra época y estamos casi tan perplejos como ellos al vernos llegar con nuestros coloridos kayaks y equipos, que contrastan con el ocre que camufla al pueblo con el cañón del Melloul.

Comenzamos el descenso y aunque hay más agua que la primera vez, vemos que no está sobrepasado y que se navega muy bien. Esto nos anima a pensar que esta vez sí llegaremos a Batli en el primer día. Vamos descendiendo a buen ritmo hasta que Alex se hace un corte en la mano al ir a sacar una foto y vemos que necesita puntos. Txus se anima y de manera muy profesional le hace la cura. Algunos seguimos hacia adelante por si hace falta ayuda y el resto del equipo acompaña a Alex que puede seguir paleando, demostrando una dureza que nos asombra.



A la tarde todo ha ido bien y nos reunimos en Batli, en casa de la Mimoun, que nos acoge con mantas y una buena cena. A pesar del susto por la mano de Alex ha sido una gran jornada y lo celebramos.

Al día siguiente, segundo de expedición, seguimos hacia Anergi donde algunos nos quedamos con Alex para que le vea un médico en un centro hospitalario por si se presentan complicaciones, y el resto del grupo sigue hasta la Catedral donde el Melloul se une al Ahanessal. Nos juntamos al anochecer en el campamento de Mustapha que ha sido nuestro anfitrión durante muchos años en la Catedral.

Hemos realizado el segundo descenso del Melloul y con un nivel de agua que consideramos óptimo; más de 100 km de clase IV-IV+ contínuo para disfrutar, sin muchos scouts y apenas porteos. Estamos eufóricos, es un río escepcional y apenas nadie lo ha descendido, nos sentimos privilegiados.

Gracias a Txus de Urnomade por organizar esta gran expedición y al resto de participantes por la grata compañía: Edu, Suam, Alex, Dani, Aitor, Pablo, Aixas, El Sobri, Parra; y el equipo de tierra: Musti, Moha, Andrea, Laura, Beñat.
